Qué es la doble combustión
La doble combustión es un sistema que mejora el rendimiento de las estufas de leña, además de ofrecer otras ventajas como el hecho de ser un procedimiento más ecológico que el tradicional.
¿Cómo funciona la doble combustión?
Un sistema de doble combustión debe su nombre a que realiza el proceso en dos fases. En la primera combustión se hace uso del oxígeno para quemar la leña. Sin embargo, en una segunda combustión, se aprovechan gases y partículas a partir del aire precalentado con la fase anterior.
De esta forma, en la segunda fase de combustión se inyecta aire con el que se queman los gases que han sido desperdiciados en la primera fase (porque no se puede abarcar la totalidad de ellos en una sola combustión).
Sin esta combustión, este aire precalentado y todos los elementos que incluye saldrían por la salida de humo. Con la doble combustión, en vez de ser expulsados de la estufa, son aprovechados para mejorar la eficiencia calorífica de todo el sistema.
Ventajas de la doble combustión
La doble combustión ofrece tantas ventajas que cada vez más gente se decanta por ella, a pesar de que en un principio se requiere una pequeña inversión en este sistema.
La primera de las ventajas de la doble combustión es la efectividad. Una estufa o chimenea de doble combustión puede llegar a calentar 7 veces más que una tradicional. Gracias a esta capacidad energética, también se presentan como una opción interesante en aquellas viviendas donde una estufa de una sola combustión no consigue los resultados esperados.
Por otro lado, también duran más tiempo. Esto se debe a que, por el propio proceso de la doble combustión, no es necesario utilizar tanta leña. Aquí el usuario disfruta de mayor comodidad, al no tener que estar sumando más piezas de leña constantemente y también un ahorro económico, dado que en el proceso total, la cantidad de leña requerida es sensiblemente menor.
La doble combustión también tiene una ventaja importante para la infraestructura de la vivienda y es que su efecto sobre ella es menor. Algunos usuarios reconocen efectos de la chimenea en las paredes de su casa con el paso del tiempo. Estos efectos son menos perceptibles con las estufas de doble combustión.
Igualmente, las tuberías interiores también requieren menos mantenimiento. Al haber menor cantidad de elementos que son expulsados, el sistema de tubos interior de la chimenea también se ve menos afectado. Por tanto, también se reduce la limpieza que pueda necesitar.
Todo ello también deriva en un efecto clave para la Naturaleza y es que es menos contaminante. Sus emisiones al entorno son menores que las de una estufa tradicional y, además, se hace un uso más eficiente de los recursos, al tener que gastar menos leña. Por tanto, las estufas con sistema de doble combustión constituyen la opción perfecta para quienes deseen disfrutar de un sistema de calefacción más ecológico.